martes, 13 de enero de 2009

¡Lo que es no tener nada que hacer!



Imagínate pasar más de 20 años tratando de resolver un acertijo o un rompecabezas, una ecuación o una adivinanza, una partida de ajedrez o un cubo Rubik. Pues bien, resulta que un hombre inglés de 45 años de edad pasó más de la mitad de su vida intentando resolver este famosísimo cubo cuadriculado con 6 diferentes colores en cada una de sus caras externas, todos ellos desordenados. Graham Parker, nativo de Portchester, Inglaterra compró este cubo –que seguramente alguna vez intentaste reordenar- en 1983 y desde ese entonces se dedicó durante 26 años a intentar resolverlo. Pasó días y noches en vela tratando de descifrar la manera de reacomodar cada uno de los colores en su respectiva cara. Casado y padre de un hijo, este individuo incluso faltó a las fiestas y reuniones de su familia, todo por estar con su “jueguito”, pero esto no le impidió llevar un matrimonio cordial. Tuvo problemas de espalda y muñecas a consecuencia del manejo de este artefacto, pero jamás se rindió y hoy, 26 años después sin aceptar la ayuda de sus amigos para resolverlo, lo logró. Lloró, pataleó y gritó de felicidad por haber conseguido algo que seguramente los más diestros en el arte de resolver el cubo hacen en algunos cuantos segundos. Es más, hasta la Asociación Mundial de Cubos de Rubik le otorgará al buen Graham un reconocimiento por esa pericia y destreza mostrada para encontrar la solución del cubito. Pero seguramente él no es el único en todo el mundo que se desvela y deja de hacer sus labores cotidianas por resolver el misterio del Rubik, puesto que en 1980 se formó el grupo “Cubohólicos para ayudar a los adictos a este juego a dejar el hábito”. Hay de adicciones a adicciones, ¿verdad?..

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